jueves, 30 de abril de 2009

Conquista y Repoblación



La conquista de Andalucía se había realizado mediante una intensa acción militar. Esto, en principio, favorecía a los monarcas castellanos. Los nuevos dueños del valle del Guadalquivir tenían un propósito muy firme: proceder a la castellanización lo más rápida y profunda posible del territorio. Pero un obstáculo serio se oponía a sus planes: el poblamiento musulmán en Andalucía Bética era muy denso. Allí donde la resistencia a los castellanos había sido muy dura, caso, por ejemplo, del reino de Jaén, se procedió sin más a la expulsión de la población musulmana. De esa forma se podría organizar mejor la defensa del territorio frente a sus enemigos potenciales, los nazaríes del vecino reino de Granada, último reducto del Islam en la Península. Pero incluso en las zonas en que las huestes castellanas no habían encontrado mucha oposión se obligó a los musulmanes a que abandonaran las ciudades, permitiéndoles que residieran en el campo (...)
De ahí que el sistema predominante en la repoblación de la Andalucía Bética fuese el de los repartimientos, es decir la entrega de casas y tierras, realizada por comisiones nombradas al efecto, entre quienes se decidían a instalarse en los territorios que acababan de ser incorporados a la corona de Castilla (...)
La política seguida por los reyes castellano-leoneses con respecto a la tierras andaluzas buscaba diversos objetivos. El primero de ellos era asegurar la nueva frontera meridional del reino. Por eso las zonas más peligrosas, aquellas que lindaban con el reino de Granada, fueron encomendadas preferentemente a las Órdenes Militares. Así se aseguraba su defensa y, en segundo término, se podía iniciar un proceso de colonización del territorio (...)
El otro objetivo básico que impulsaba la política repobladora de los monarcas castellanos era la potenciación de los concejos, organizados sobre la base de las antiguas ciudades de la época musulmana y respetando, por lo general, los términos que aquellas habían tenido en el pasado (...)
Con los repartimientos de Andalucía se atendía a un gran número de necesidades: ante todo había que premiar a los que habían participado en las campañas militares, pero también asegurar la puesta en explotación del territorio, así como su defensa ante los granadinos. No obstante, el propósito último que envolvía todas las acciones emprendidas en Andalucía una vez efectuada la conquista era la castellanización del territorio.

VALDEÓN, Julio: Historia de España. Barcelona, 1980, pp. 15-3

Basílica de Coracho


fases constructivas de la Basílica de Coracho (Córdoba), tal vez una de las primeras basílicas paleocristianas de Andalucía.

TESORO DE LOS ALMADENES, POZOBLANCO (CÓRDOBA)



Plata.
Fines del siglo II a.C.

Procedencia
Proximidades de la Mina de Los Almadenes, Pozoblanco, Córdoba.

Comentarios
Estas piezas, pertenecientes al tesoro ibérico de Los Almadenes, descubiertas casualmente en 1926, formaban parte de un conjunto vinculado a un taller itinerante de platería, que habría sido ocultado a fines del siglo II a.C., posiblemente por temor de su propietario a la inestabilidad ocasionada por las guerras Lusitanas. El tesorillo apareció durante la realización de faenas agrícolas en las proximidades de la Mina de los Almadenes. El conjunto está formado por diferentes vasijas de formas variadas y numerosos objetos de adorno personal. Entre estos últimos destacan las fíbulas, con influencias de las culturas de Hallstatt y La Tène; torqués; pulseras; anillos, con forma de serpiente o macizos; además de 114 monedas de plata, ibéricas y romanas "denarios de época republicana consular", que son los que han permitido fechar con bastante precisión todo el tesorillo.

Guerras Punicas


Vaso cerámico de Zuheros con decoración a la almagra



Cerámica; decoración a la almagra e incisa.
18,5 x 11,5 x 7 cm.
Neolítico, 4300 - 3900 a.C.

Procedencia
Cueva de los Murciélagos, Zuheros, Córdoba.

Comentarios
Este vaso cerámico presenta una decoración a la almagra, colorante rojizo obtenido del óxido de hierro. Esta técnica decorativa era conocida en etapas anteriores, pero no había sido nunca claramente fechada en yacimientos neolíticos. La Cueva de los Murciélagos no fue explorada hasta 1938 y no recibió los primeros trabajos arqueológicos hasta 1962, aunque era conocida desde 1868, a través de la obra "Antigüedades Prehistóricas de Andalucía", de M. Góngora y Martínez. Este yacimiento estuvo ocupado entre el Paleolítico Medio y el Calcolítico, aunque la fase más destacada fue la correspondiente al Neolítico medio y final. La datación de algunas cerámicas de esta etapa mediante la técnica del carbono-14 ha ofrecido unas fechas de entre el 4.300 y el 3.980 a.C.

sábado, 18 de abril de 2009

Parque Nacional de Doñana



La Historia de Doñana puede comenzarse con los asentamientos romanos del siglo II a. C., (II d. C, según el proy. Excavaciones arqueológicas del Cerro del Trigo) que se prolongaron hasta el V d. C., dedicados fundamentalmente a la pesca y a la salazón, y que debían situarse en torno a lo que actualmente conocemos como Marismas del Guadalquivir.


Las torres almenaras se construyeron durante el reinado de Felipe II, a finales del siglo XVI y principios del XVII, y servían de protección frente a los ataques de los piratas berberiscos.

Tras la expulsión de los árabes en el siglo XIII, el rey Alfonso X el Sabio comienza la cristianización del territorio y la construcción de las primeras ermitas.

Sin embargo, no es hasta el siglo XV con la organización del territorio, cuando comienzan el dominio señorial, los primeros límites y acotamientos, y la prohibición de cualquier aprovechamiento que perjudicara a la caza.

El nombre de estas tierras se consolida un siglo después, con la construcción por parte del séptimo duque de Medina-Sidonia de un palacio para su esposa, Doña Ana Gómez de Mendoza y Silva, en pleno corazón del monte. Las tierras circundantes pronto comienzan a ser conocidas como el Bosque de Doña Ana, el Coto de Doña Ana, etc., hasta que finalmente la denominación se acorta a la que actualmente conocemos.

Después de este primer período dedicado casi en exclusiva a los recursos cinegéticos, comienza una segunda época (hacia el siglo XVIII), en la que se consolidan tres usos: la explotación forestal del bosque, el mantenimiento de las dehesas y pastos para la ganadería, y el fomento del coto como cazadero, para lo que se acondiciona de nuevo el antiguo palacio.

El interés científico y naturalista arranca en el siglo XIX, con la publicación de un catálogo de aves observadas en algunas provincias de Andalucía, realizado por Don Antonio Machado y Núñez. Es también el comienzo de una intensa búsqueda de huevos y pieles por parte de naturalistas y cazadores, lo que llega a poner en grave peligro las poblaciones de algunas especies.

En el siglo XX los nuevos propietarios de Doñana introducen especies animales, plantan pinos piñoneros y organizan monterías de forma habitual. Pocos años después, en 1940, se constituye la Sociedad Cinegética del Coto del Palacio de Doñana.

La inmensa riqueza faunística de estas tierras atrae también a ornitólogos de todo el mundo, que proponen en 1952 la internacionalización de su propiedad.

Es el comienzo de una conciencia conservacionista dentro y fuera de nuestras fronteras, que culmina en 1963 con la adquisición de unas 7.000 ha por parte del Estado Español, en colaboración con el Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza (WWF) y la creación de la Reserva Biológica de Doñana.

Seis años después se crea el Parque Nacional de Doñana, que será ampliado y reclasificado por su Ley de Régimen Jurídico en 1978 y que posteriormente ha ampliado sus límites en 2004. Desde entonces, diversas figuras de protección internacional confluyen en este territorio.

Fotos Málaga


Fotos Almería


Fotos Granada


Fotos Sevilla


Fotos Huelva


Fotos de Cádiz


jueves, 16 de abril de 2009

Entrada de San Juan

Semana Santa Baena



Cultura andaluza

En esta entrada me gustaria hablar de nuestras tradiciones, costumbres, gastronomia, nuestra raíces...